Ana María Matute

Hay autoras que te marcan y luego está Ana María Matute, que te deja una cicatriz con forma de cuento. Con su mirada luminosa y demoledora, fue capaz de hablar del dolor, la infancia, la guerra y la soledad como nadie más. Y todo eso sin renunciar jamás a la fantasía, a la magia, a los mundos oscuros donde los niños no siempre son inocentes ni los adultos tienen todas las respuestas.

Esta chapa es un homenaje a su mirada sabia, a su humor afilado, a su rebeldía silenciosa y a esa capacidad única para escribir con ternura lo que a otros se les atraganta. Ideal para profes de literatura, devoradores de cuentos inquietantes o simplemente gente que no quiere olvidar que las historias salvan.

Lúcela en la solapa como quien lleva un conjuro. O como quien dice: sí, yo también leía a Matute cuando nadie más hablaba de ella.