Sísifo

Hay semanas en las que uno se siente muy Sísifo. Y otras… también.

Esta chapa está dedicada a quienes madrugan con resignación, enfrentan tareas infinitas con una sonrisa de supervivencia, y, pese a todo, siguen empujando la dichosa roca montaña arriba. Día tras día. Reunión tras reunión. Lavadora tras lavadora.

El mito de Sísifo puede parecer una condena, pero también es una filosofía. Lo dijo Camus: hay que imaginar a Sísifo feliz. O, al menos, con esta chapa puesta y mucho sentido del humor.

Ideal para profes, autónomos, progenitores, estudiantes eternos y cualquier persona atrapada en el ciclo sin fin de la vida adulta. Porque si vamos a repetir lo mismo cada día… que sea con estilo.