- Chapatízate
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Te lo digo con una chapa porque si lo digo en voz alta me echan del grupo de WhatsApp
¿Quieres expresar tu odio a la vida adulta sin redactar una tesis?
Pum, chapa.
¿Te apetece dejar claro que no tienes el chichi para farolillos, ruidos ni gente que respira cerca de ti?
Chapa.
¿Te surge la necesidad de proclamar que el vaso medio lleno puede irse a freír espárragos?
Pues eso, chapa.
Estas pequeñas joyas de Chapatízate no están hechas para decorar: están hechas para comunicar verdades incómodas con mucho estilo y cero paciencia.
Directas, irónicas, existencialistas y profundamente necesarias, estas 19 chapas te permitirán sobrevivir a la vida adulta sin perder el sarcasmo.
Las chapas sin filtro de Chapatízate:
1. Si no es una mierda, es otra
Para cuando crees que vas a descansar y aparece un drama nuevo.
Resumen vitalista del siglo XXI.
Ideal para lucir mientras el mundo arde y tú ya ni pestañeas.
2. La vida adulta apesta
Spoiler que nadie te dio cuando eras pequeña.
Entre facturas, citas médicas y reuniones, solo queda llorar.
Acompañada de un unicornio triste, por si hacía falta ironía visual.
3. Qué pereza la gente
Dedicada a los lunes, los grupos grandes y cualquier cumpleaños familiar.
Llevarla es como poner una barrera emocional con purpurina.
Repele conversaciones no solicitadas en espacios cerrados.
4. A llorar a la llorería
Un clásico del sarcasmo.
Perfecta para cortar el drama ajeno sin perder la sonrisa.
También válida como respuesta a emails pasivo-agresivos.
5. No tengo el chichi para farolillos
Traducción castiza de “hoy no me busques”.
Para días en que ni los memes te hacen gracia.
La excusa definitiva para cancelar cualquier plan social.
6. Ironía. Qué bien todo
Esa sonrisa tensa cuando todo se derrumba.
Chapa con aroma a sarcasmo y café recalentado.
Recomendada para reuniones absurdas y mañanas de resaca emocional.
7. No me da la vida
El lema no oficial de toda una generación.
Equilibra humor y desesperación como un cóctel de cafeína y ansiedad.
Bonus: nadie te puede pedir más si llevas esto puesto.
8. Voy a hacer lo que pueda con lo que tenga
Mantra realista para sobrevivir sin ilusiones excesivas.
Se lleva bien con agendas imposibles y expectativas externas.
Literalmente lo que dices antes de entrar a una reunión con 40 tareas abiertas.
9. No me interesa
Aplicable a chismes, debates de Twitter y opiniones no pedidas.
Funciona como botón de off personal.
Corta el rollo sin levantar la voz.
10. Estás muy cerca
La chapa que debería venir con un metro de distancia.
Para personas con un umbral de contacto social cercano a cero.
Compatible con transporte público y colas de supermercado.
11. No tengo el coño para ruidos
Versión deluxe del “no me molestes”.
Funciona como repelente de gente intensa, infantil o simplemente habladora.
Muy útil en oficinas abiertas y fiestas con reguetón.
12. Me cae mal bastante gente
Ya no finges, y eso está bien.
Declaración de intenciones elegante, directa y sin florituras.
Quien se ofenda, probablemente forma parte de la lista.
13. Mucho confiáis en el karma
Porque si el karma funcionara, tú ya estarías en una villa con piscina.
Ideal para descreídas espirituales con facturas pendientes.
Una dosis de realismo en formato redondo.
14. Tururú
Respuesta universal para todo lo que no vas a hacer.
Funciona como sonido onomatopéyico de la huida elegante.
Recomendada para compromisos absurdos y promesas vacías.
15. Esto en la Comarca no pasaría
Llamamiento a huir a la Tierra Media urgentemente.
Para fans de Tolkien y haters del sistema.
Perfecta si tu plan de vida es desaparecer entre hobbits.
16. Que le jodan al vaso medio lleno
Optimismo, pero de mentira y con dientes apretados.
Apta para realistas con exceso de experiencias.
Para cuando “ver el lado bueno” suena a burla.
17. La vida es una mierda
Minimalismo existencial en su máximo esplendor.
No lo dices con pena, lo dices con estilo.
Cuando todo va mal, pero al menos llevas buena chapa.
18. La gente es una chunga
Diagnóstico colectivo sin anestesia.
Para días de interacción humana forzada.
Sirve como advertencia preventiva o confesión.
19. Menos mal que hay gatitos en el mundo
Un respiro entre tanta miseria emocional.
La ternura como última trinchera.
Gracias, internet, por los mininos que nos sostienen.
El pack: La Alegría de la Huerta (spoiler: contiene cero alegría)
Y porque sabemos que hay gente que no quiere elegir —porque bastante tienes con decidir si desayunas o simplemente lloras— te lo hemos puesto fácil: hemos reunido diez de estas joyas verbales en un único pack para que vayas por la vida repartiendo sinceridad como flyers de festival.
Se llama, con sarcasmo premium: La Alegría de la Huerta.
Incluye algunas de las favoritas de la desesperación cotidiana: desde “no me da la vida” hasta “me cae mal bastante gente”.
Es el starter pack definitivo para almas cansadas con estilo propio.
Conclusión
No tienes que dar discursos. Ni excusas. Ni buenas caras.
Te pones una chapa, y que el mundo saque sus propias conclusiones.
Y si no las pilla…
Tururú. :)